Gustavo Adolfo Infante: El periodismo tóxico, el acoso y el machismo disfrazado de opinión

Un análisis sobre las polémicas prácticas del comunicador y la reciente denuncia por acoso a menor presentada por Ana Bárbara

Gustavo Adolfo Infante en controversia

Introducción

Gustavo Adolfo Infante, un nombre que en los últimos años ha dejado de ser sinónimo de periodismo para convertirse en un ejemplo de sensacionalismo, machismo y acoso mediático. Su último escándalo, la denuncia por intimidación a un menor, hijo de la cantante Ana Bárbara, no es un caso aislado, sino la consecuencia de una carrera marcada por el amarillismo, la misoginia y la violación de límites éticos.

El historial de Infante: Más que "polémico", peligroso

Infante ha construido su fama no con investigaciones rigurosas, sino con ataques personales, especulaciones y un claro desprecio por la privacidad de las mujeres. Desde sus comentarios sobre Talina Fernández hasta sus insinuaciones sobre Ana Bárbara, su método es claro:

Estigmatizar a las mujeres fuertes

  • Acusó a Ana Bárbara de "maltratar" a Talina Fernández, sin pruebas contundentes.
  • Cuestionó su vida sentimental, insinuando que su pareja era violento con sus hijos.

Violar la privacidad de menores

  • En 2024, difundió información personal de un adolescente, hijo de Ana Bárbara, en sus programas.
  • Según la denuncia, intentó contactar al menor sin consentimiento, buscando forzar una declaración.

Estereotipos machistas

  • En múltiples emisiones, ha ridiculizado a mujeres por su vida afectiva.
  • Justifica o minimiza las acciones de hombres en situaciones similares.
  • Su lenguaje suele ser condescendiente, culpabilizador y lleno de dobles estándares.

La denuncia de Ana Bárbara: No solo acoso, sino una cultura de impunidad

En marzo de 2024, Ana Bárbara presentó una denuncia formal contra Infante por acoso e intimidación hacia su hijo menor. Los hechos son graves:

  • Exposición mediática de un adolescente sin su consentimiento.
  • Intento de contacto directo, buscando manipular la narrativa.
  • Medidas de protección solicitadas, porque Infante no respeta límites.

Lo más revelador es que Infante no ha dado la cara. Mientras Ana Bárbara enfrenta el proceso legal, él sigue en el aire, como si las reglas no aplicaran para él.

El machismo en el periodismo: Infante como símbolo de un problema mayor

Infante no es un "periodista polémico", es un ejemplo de cómo el machismo se normaliza en los medios. Mientras mujeres como Ana Bárbara son juzgadas por su vida personal, hombres como él operan con impunidad, usando sus plataformas para acosar, difamar y hostigar.

Doble moral

Si un periodista mujer actuara como él, ya la habrían despedido.

Victimización falsa

Cada vez que lo critican, se escuda en la "libertad de expresión", pero su libertad termina donde empiezan los derechos de los demás.

Conclusión: ¿Hasta cuándo?

Gustavo Adolfo Infante debería ser investigado no solo por esta denuncia, sino por su historial de prácticas periodísticas abusivas. Los medios que lo mantienen al aire son cómplices de un modelo que premia el escándalo sobre la ética y el machismo sobre el profesionalismo.

Ana Bárbara no solo defiende a su hijo, sino que expone una industria que permite que hombres como Infante sigan dañando vidas. Es hora de que el periodismo deje de ser un refugio para el acoso y el machismo.